sábado, 11 de julio de 2009


Distintos medios han estado celebrado el “hallazgo” del llamado “eslabón perdido” (bautizado como Ida): el Darwinius masillae. Este fósil de 47 millones de años había sido encontrado en 1983, dividido en dos partes (para el mercado de fósiles), y vuelto a unir el año 2007. Los medios han catalogado este hallazgo como el eslabón perdido. Lo interesante del mismo es la presencia de pulgares opuestos, algo nada común entre los plesiadapiformes que habitaban el planeta en el Eoceno. Los adápidos no están en la línea de los lemures pero mantienen ciertas similitudes, lo mismo que esta nueva especie.No creo que se trate de un bluf sino más bien de un abuso del poder mediático y de la poca riguorosidad científica con la que se ha tratado el tema, según los paleontólogos.
La evolución es un hecho científico probado, me da un poco de preocupación todo el espectáculo mediatico montado que utiliza la retórica como metodología de contrastación de hipótesis

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